Capítulo 5º — Del latín al romance español (pasando por el latín vulgar) 
 5.1. Fonética 

 5.1.2.3.  Interiores

Dos características principales:

1) las oclusivas sordas se convierten en sonoras; y
2) las oclusivas sonoras se fricativizan o, con frecuencia, desaparecen.

Las consonantes oclusivas dobles interiores se habían simplificado independientemente de si la geminación (doble consonante, pp [p:], tt [t:]) venía desde antiguo o de si era resultado de la desaparición de una vocal átona.
Al simplificarse las dobles, pasaron a ocupar el lugar de las simples.
Al quedar desplazadas las simples, se vuelven sonoras las sordas.
Al sonorizarse las sordas se produce un desplazamiento de las sonoras que cambian su modo de articulación de oclusivas a fricativas, o desaparecen, cuando van en posición intervocálica. /

Esquema de esta concatenación de cambios en el caso de las bilabiales.


sordas [p:]  → [p]  sordas [p] → [b] sonoras [b] → [β]/[Ø]
opprimo ➔ oprimir ➔

pauper ➔ pobre ➔



probare ➔ probar, sabucum ➔ saúco

OCLUSIVAS SORDAS

-p- > -b- apiculam > «abeja», capram > «cabra», pŏpulum > «pueblo», ripariam > «ribera», sapere > «saber»
-t- > -d- delicatum > «delgado», mataxam > «madeja», latum > «lado», maturum > «maduro», totum > «todo», litigare > «lidiar -k- > -g- amicum > «amigo», fŏcum > «fuego», locum > «luego», pacare > «pagar»

OCLUSIVAS SONORAS

-b- > -b-/ Ø probare > «probar», lavare > «lavar», bibere > «beber», novum > «nuevo» sabucum > «saúco», rivum > «río», vacīvum > «vacío», aestīvum > «estío», gĭngīvam > «encía»

Incluimos aquí los ejemplos de la fricativa labiodental sonora [v] por confundirse ya en el latín vulgar con la fricativa bilabial sonora [ß] y tener ambas una evolución similar. Recuérdese que la fricativa labiodental sonora [v] nunca existió en el romance castellano ni existe en el español actual.

-d- > -d-/ Ø nidum > «nido», sudare > «sudar», audire > «oír», crudelem > «cruel», foedus > «feo», fidem > «fe», limpidum > «limpio», pedes > «pies», dere > «ver», frigidum > «frío»

Y demás terminados en -ĭdum (tĕpĭdum > «tibio», rāscĭdum > «rucio», turbĭdum > «turbio», lūcĭdum > «lucio», sūcĭdum > «sucio», rancĭdum > «rancio», etc.). Compárese la desaparición de esta d intervocálica con la de la terminación de los participios del español actual, la cual también desaparece en la pronunciación no cuidada: cansao, despistao, etc.

-g- > -g-/ Ø castīgare > «castigar», fustigare > «hostigar», negare > «negar», legumen > (legumine>) «legumbre», plagam > «llaga», acutam > «aguda» litigare > «lidiar», frigidum > «frío», ligare > «liar», gīnam > reína «reina»

La combinación de oclusiva interior y consonante liquida (l y r) puede producir metátesis, como en periculum > periglo > «peligro»; miraculum > miraglo > «milagro» ; parabolam > parabla > «palabr», crocodylum > «cocodrilo».


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