Capítulo 8º — El español del Siglo de Oro (XVI-XVII) 
 8.2. Expansión del español 

Como decíamos al principio de este capítulo, cuando comienza el Siglo de Oro en el cambio del siglo XV al XVI, la Península -salvo Portugal- es un territorio unido y su lengua es el español.

Juan de Valdés dice en 1535: «La lengua castellana se habla no solamente por toda Castilla, pero en el reino de Aragón, en el de Murcia con toda el Andaluzía y en Galicia, Asturias y Navarra; y esto aun hasta entre gente vulgar, porque entre la gente noble tanto bien se habla en todo el resto de Spaña».

A partir del XVI, tal vez influido por el nombre con el que se le llama al castellano en Europa, la lengua utilizada en España es el español.

Es la lengua que los peninsulares llevan a América y África en esa continuación de la Reconquista llamada "Conquista española". También es la lengua de uso de la diplomacia europea porque el imperio español no se extiende solo por los otros continentes sino que también ocupa territorios en las Francia, Alemania, Austria, Italia, y Grecia actuales. Decía el antes mencionado Juan de Valdés de Italia que
«assí entre damas como entre cavalleros se tiene por gentileza y galanía saber hablar castellano».


En los territorios del imperio, europeos o americanos, la lengua de la administración y el comercio es el español, por lo que paulatinamente en Europa empiezan a aparecer los primeros "fundaciones para el estudio de español". La más conocida, en Lovaina.

En 1536 Carlos I (V) desafía al rey Francisco I de Francia ante el Papa Paulo III y para ello usa el español; cuando el embajador francés le dice que no comprende sus palabras, Carlos I (V) le responde: "... Entiéndame si quiere, y no espere de mí otras (...) que de mi lengua española, la cual es tan noble que merece ser sabida y entendida de toda la gente cristiana."


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