Capítulo 5º — Del latín al romance español (pasando por el latín vulgar)
 5.3. Léxico 
5.3.2 El léxico culto

Aunque el latín vulgar es la principal fuente de donde nace el español (léxico patrimonial) no se debe olvidar la influencia que el latín clásico ha tenido en la formación del léxico de nuestra lengua (y de todas las demás) tanto en los primeros siglos de formación como en los posteriores (Edad Media, Renacimiento, ..., siglo XXI).

Ejemplos de la cronología de los cultismos. Primeros siglos: virgen, ángel, obispo, mártir, notario. Siglo XIII: argumento, condición, criatura, diluvio, crucificado, alba, autoridad, ascensión. Siglo XIV: adversario, apellido, cotidiano, defender, herencia, patrimonio. Siglo XV: húmedo, ínclita, ingente. Siglo XVI: ambición, decoro, objeto, purpúreo, superstición. Siglo XVII: aplauso, cándido, capacidad, cólera, crepúsculo, ejecución, erigir, evidencia, fábrica, funesto, inmóvil, mísero, nocturno, prodigio, rústico. Siglo XVIII: amputación, conmiseración, excavación, proyección. La mayoría de los préstamos tomados del latín durante los siglos XIX, XX y XXI han entrado en el español a través de otras lenguas, por lo que tal vez deberían ser considerados anglicismos, germanismos, etc.

De los mencionados, los siglos de mayor aportación de cultismos son los últimos de la Baja Edad Media, el Renacimiento y el Barroco. Esta especial influencia es debida a las numerosas traducciones que en estos siglos se hacen de los textos clásicos en los que el traductor, a veces por gusto y a veces por obligación, utiliza en la traducción una palabra clásica a la que le da una mínima adaptación al romance. También son importantes como vehículo de introducción de nuevos cultismos: el gusto de poetas y dramaturgos por el léxico de origen clásico; las nuevas necesidades de vocabulario para nombrar los nuevos descubrimientos de las ciencias, las características de los nuevos sistemas políticos, etc. etc.

Estas voces tomadas del latín clásico son las llamadas voces cultas o cultismos. La evolución y desarrollo de éstas son muy distintos al de las voces populares del latín vulgar. En general, estos cultismos no participan de la evolución que hubieran tenido si hubiesen sido introducidas a través del uso popular. Los hispanorromanos, por ejemplo, utilizaban articulus referido a las «articulaciones dactilares» y según las normas de evolución fonética del español, dio «artejo» (articulus > articlus > arteclo > «artejo»). Cuando posteriormente se volvió a tomar la palabra, esta vez fue leída, no hablada; se conservó la i breve (que normalmente se hubiera transformado en e), también se conservó la u breve postónica (que hubiera debido transformarse en o); en fin, se conservó tal y como se encontró > «artículo». Mientras ésta última, «artículo», se incorporó al español a través de la vista, «artejo» lo hizo por el oído.

Los casos similares de doblete, forma culta y forma popular de un mismo étimo, son múltiples.

latín esp. evol. popular español cultismo latín esp. evol. popular español cultismo
attonitus «atuendo» «atónito» fingere «heñir» «fingir»
auricula «oreja» «aurícula» frigidus «frío» «frígido»
calidus «caldo» «cálido» gemma «yema» «gema»
capitalis «caudal» «capital» integrum «entero» «íntegro»
captare «catar» «captar» laborare «labrar» «laborar»
cathedra «cadera» «cátedra» legalis «leal» «legal»
clavicula «clavija» «clavícula» litigare «lidiar» «litigar»
collocare «colgar» «colocar» minutus «menudo» «minuto»
delicatus «delgado» «delicado» pellicula «pelleja» «película»
spatula «espalda» «espátula» plenus «lleno» «pleno»
strictus «estrecho» «estricto» sexta «siesta» «sexta»
famélicus «jamelgo» «famélico» speculus «espejo» «espéculo»
fibra «hebra» «fibra» summarius «somero» «sumario»

Como puede verse en estos casos, el paso del latín a la forma culta en español no es completamente directo, sino que el cultismo también sufre pequeñas variaciones de adaptación a las características fonéticas del español, como es el caso de la vocal epentética (e) de «espéculo» o «espátula».


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