Capítulo 4º — Roma y la(s) lengua(s) de Roma 
 Contenido 
  1.  La romanización 
  2.  El latín de Hispania 
  3.  El «latín vulgar» 

A finales del siglo III a.C., Roma y Cartago, luchan por hacerse con el control militar y económico de la mitad occidental del Mediterráneo (Córcega, Cerdeña, sur de Francia y este de España). En estas guerras Hispania es un simple campo de batalla de intereses expansionistas ajenos.

Dentro de este proceso de formación de lo que después será el Imperio Romano, Cneo Escipión desembarca con sus ejércitos en la costa de Tarragona el año 218 a.C. y con él y tras él, además de los soldados y jefes militares, desembarcan agricultores, artesanos, artistas, burócratas, jueces, ricos jubilados, etc. Todos ellos usan una misma lengua: el latín.

Inicialmente, este desembarco romano debería haber sido pasajero. Se trataba de ayudar militarmente a los pueblos indígenas de la costa de Levante enfrentados con los cartagineses. No obstante, una vez expulsados los cartagineses de las costas españolas, los ejércitos romanos no volvieron a Roma sino que continuaron avanzando hacia el interior por el sur, centro y norte.


 Anterior   Siguiente