Pueden funcionar como pronombres, adjetivos y modificadores-intensificadores de adjetivos.
con adjetivos y sustantivos | exclamativo de imposibilidad | cantidad | (en desuso, con adjetivos) |
qué | quién/ es | cuánto/ a/ os/ as | cuán |
8.C1 Qué. Es invariable y suele preceder a los sustantivos. Indica admiración indignación o sorpresa. También puede usarse como intensificador de un adjetivo.
¡Qué cosas dices! ¡Qué cuadros pintaba Goya! ¡Qué perro tiene! ¡Qué emoción hay en sus ojos! ¡Qué bonita es esa porcelana china que nos regalaron! ¡Qué grande es ese armario que has comprado! ¡Qué emocionante fue la película que vimos ayer! ¡Qué antipática es esa persona!
► Cuando se trata de exclamativas de adjetivos es frecuente, en la lengua coloquial, incluir la conjunción que.
¡Qué emocionante que fue la película que vimos ayer! ¡Qué antipática que es esa persona!
8.C2 Quién /es. Sólo tiene funciones pronominales y se utiliza para expresar el deseo de una realidad imposible.
¡Quién poseyera un castillo! ¡Quién supiese ruso! ¡Quién lo hubiese sabido antes! Nótese que esta construcción sólo puede usar pretérito imperfecto o pluscuamperfecto de subjuntivo.
8.C3 Cuánto /a/os/as. Pueden funcionar con carácter adjetivo o pronominal. Indican admiración o indignación ante una cantidad.
¡Cuántos libros has comprado! ¡Cuántos has leído! ¡Cuánto he leído este verano! ¡Cuánta leche te pones en el café!
8.C4 Actualmente en desuso, existe también un intensificador de adjetivos, cuán, cuyas funciones han sido ocupadas por qué.
¡Cuán bonita es esa porcelana china que nos regalaron! ¡Cuán grande es ese armario que has comprado! ¡Cuán emocionante fue la película que vimos ayer! ¡Cuán antipática es esa persona! ¡Cuán largo me lo fiáis!
► En los últimos ejemplos, como intensificador de un adjetivo, qué podría sustituir a cuán, pero si transformamos la estructura copulativa de las frases, la sustitución ya no es posible.
¡Qué porcelana china tan bonita nos regalaron! ¡Qué armario tan grande has comprado! ¡Qué película tan emocionante vimos ayer! ¡Qué persona tan antipática!