Capítulo 3º Adjetivos
2. Posición de los adjetivos
3.2.3 Dos adjetivos y casos especiales

  1. Si los dos fueran diferenciadores irán pospuestos y unidos por la conjun­ción y; con los de nacionalidad, religión y color no es indispensable el uso de la conjunción. Si no, su posición dependerá de los criterios ex­puestos en los apartados anteriores.

    Déme un libro bueno y barato. Es una persona estúpida y orgullosa. Me gustaría comprar una novela alemana moderna. Deme ese libro rojo. Véndame su casa nueva. Quiero dos libros grandes y viejos; deme también alguna no­vela china.

  2. Algunos adjetivos de cortesía hacia una persona van siempre ante­puestos por no ser diferenciadores.

    Nuestro querido y respetado profesor vendrá esta tarde acompañado de su ilustre y bellísima esposa.
    (Posponerlos significaría que los otros profesores ni son queridos ni respetados, y que aparte de esa esposa tiene otras que son bastante feas e incultas.)

  3. El hablante puede no querer marcar diferenciadoramente al sustantivo y colocar el adjetivo antepuesto. Caso frecuente en poesía.

    Una hermosa mañana, las blancas cimas de las lejanas montañas parecían a mis cansados ojos, tiernos algodo­nes  posados sobre cortantes hojas de cuchillo.

  4. Los adjetivos que expresan extremos irán antepuestos o pospuestos según el hablante quiera utilizarlos o no como diferenciadores de otros sustan­tivos no poseedores de esas cualidades. Óptimo, pésimo, estupendo, excelente, perfecto, horrendo, increíble, miserable, inmejorable, maravi­lloso.

    La máquina me ha dado un resultado óptimo. (pienso que el resultado habría podido ser malo y quiero dejar claro que es todo lo contrario).  Ésta es una óptima ocasión para decírselo. (no estoy pensando en otras ocasiones, sólo digo que ésta es óptima) He visto una obra es­tupenda. En el nuevo trabajo tengo un excelente salario y un horario increíble.

  5. Adjetivos de posición fija.
    Antepuestos: la pura verdad, las bellas artes, la falsa alarma, a la entera satisfacción, la buena o mala suerte, de buena o mala gana.
    Pospuestos: Semana Santa, ideas fijas, carta blanca, negocios sucios, sangre fría.

    Hicimos el trabajo a su entera satisfacción y quedó muy contento. Se nota que estás comiendo de mala gana, )no tienes hambre? Al encargado de clase le dimos carta blanca para que resolviese los problemas con el director.

  6. Cuando un adjetivo se añade a una unidad formada por sustantivo + ad­jetivo su posición dependerá de su carácter diferenciador o indi­feren­ciador.

    Estas obras teatrales modernas me sorprenden siempre, sobre todo las de algunos autores alemanes modernis­tas.

  7. La unidad sustantivo + adjetivo puede transformar en superfluo o no diferenciador al adjetivo que se le añada.

    Vivo en una espaciosa casa señorial. (Todas las casas señoriales suelen ser espaciosas.) Se ha comprado un lujoso coche importado. (La idea de "coche importado" suele incluir también la de "lujoso" por lo que este adjetivo no tiene carácter diferenciador.)

  8. En la exclamación valorativa de un sustantivo con un adjetivo se utilizará la construcción ¡Qué sust. tan adj.!

    ¡Qué hijo tan bueno tienes! ¡Qué día tan hermoso hace! ¡Qué problema tan difícil!
    ¡Qué manzanas tan rojas has comprado! ¡Qué árboles tan altos!

       Si el adjetivo utilizado suele ir antepuesto, también es posible utilizar la construcción ¡Qué adj. sust.!

  9. * no
    ¡Qué buen hijo! *¡Qué hijo bueno!
    ¡Qué excelente idea! *¡Qué idea excelente!
    ¡Qué hermoso día! *¡Qué día hermoso!

    En los tres ejemplos, la construcción recomendable sería: ¡Qué hijo tan bueno!, ¡Qué idea tan excelente! y ¡Qué día tan hermoso!

    Dos excepciones: pobre y grande utilizan la primera construcción para su significado concreto, y la segunda, para el abstracto.

    concreto abstracto
    ¡Qué hijo tan grande! (pesa 90 kg.) ¡Qué gran hijo! (ama mucho a su padre)
    ¡Qué hombre tan pobre! (es profesor universitario) ¡Qué pobre hombre! (no entiende las exclamaciones valorativas)


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